viernes, 31 de mayo de 2013

parabola de los trenes

Muchas personas viven su vida como si estuvieran arriba de un tren que viaja en circulos. Su vida es un ir y venir siempre por los mismos lugares, las mismas personas, los mismos momentos y las mismas situaciones. Sus vidas estan estancadas y se encuentran desorientados.
Un dia al detenerse su tren en una estacion ven que en la otra via hay otro tren y se dislumbran con el y deciden que ese es el tren de su vida, que alli esta su futuro y sus realizaciones, sus amores y sus triunfos, todos sus logros y anhelos. Y se extasian tanto con ese tren que no ven que entre las dos vias hay un cerco que impide cruzarlas, es una medida precautoria para que nadie baje del otro lado del anden y quiera cruzar la otra via justo cuando pasa otro tren y que sean arrollados. Pero esa precaucion les impide pasar al otro anden y no hay manera de llegar a el y no comprenden porque no pueden, porque eso resulta imposible. Buscan escapar de su anden, de dar la vuelta al mundo si es necesario para poder llegar al otro anden y asi conseguir subir en el tren de sus sueños.
Pero tenemos nuestro destino y nuestro camino, y si vamos para el oeste no podemos ir al este. Encarnamos para transitar por una via, la via que nos lleva a la evolucion, la que se ajusta a nuestra energia, la que nos da todas las herramientas para crecer como persona y como ser. Entonces no podemos ir a ningun tren de otra via. A lo sumo podemos cambiar de tren de los que transitan la via de nuestra vida. Y todos los trenes de nuestra vida son importantes, pero cada uno cumple un rol y un proposito y cuando el tren en el que estamos ya cumplio con lo suyo, ya nos dio sus enseñanzas pues es hora de bajar y esperar al que sigue. Quedarnos en el mismo tren nos lleva a esa vida en circulos, a repetir todo lo mismo una y otra vez, y a la larga nos sentimos infelices.
Ahora bajar del tren y querer tomar en que va en direccion contraria es una perdida de tiempo, de esfuerzo y de energia que solo trae mas dolor e incertidumbres. Ver que es imposible y ser lo suficientemente terco como para insistir en subir llega a ser una necedad absoluta. Creer o sentir que alli esta lo mejor de sus vida, toda la riqueza, el verdadero amor, la felicidad, la paz, todo lo que no tiene o logra en el tren en el que estaba viajando, todo eso lleva a una confusion total, a una perdida de las realidades y verdades de la vida, es una obstinacion tal que la persona termina varada en su anden sin ir a ningun lugar y a pesar de quedar alli parada, pasando el tiempo mirando maravillada al otro tren, esta tan embelezada que no alcanza a comprender que ese tren no viaja, que esta alli detenido, que no se mueve y que nunca la llevara a ningun lugar. Solo se mueve y moviliza a las personas los trenes que viajan por la via de nuestras vidas.
El tren de enfrente por mas lindo y amoroso, por mas fuerte y poderoso, por mas alegre y feliz que parezca es solo una ilusion, un espejismo, una vision de nuestros deseos, un artilugio de nuestro ego, es una fantasia a la cual la disfrazamos de realidad con cualquier cosas, hasta las mas invalidas, todo por darle un fundamento, un basamento a algo que no tiene nada.
A veces las personas se resignan y cuando el tren en el que siempre venian viajando vuelve a pasar por el anden, se suben y vuelven a su vida rutinaria y apagada, a repetir lo de siempre y asi vuelven a los circulos, hasta que de nuevo se bajan porque se ilusionan otra vez con el mismo tren, ese tren parado eternamente en el anden de enfrente.
La unica alternativa que la vida da es la de bajar del tren y dejarlo ir, no volver a subir para no repetir, pero a la vez no ilusionarse con el otro tren pues se ve que no es accesible y simplemente esperar a que llegue el tren que corresponde a ese momento de la vida. Puede ser un tren de un recorrido corto, de poco meses o pocos años o puede ser un tren de tal magnitud, con tal nivel de enseñanzas y vivencias que le puede durar para toda la vida, un tren que no viaja en circulos, un tren cuyos tramos son siempre diferentes, con enseñanzas nuevas cada dia, con energias que revitalizan, que hacen feliz aun con nada y que la paz es algo natural y el amor es autentico. Pero solo cuando esten transitando dicho tren comprenderan cuanto de ilusorio era el otro y cuanto de real es este.
La vida no pasa por las ilusiones de los espejismos, uno debe ilusionarse con lo maximo, con lo que te exige que des todo para crecer, no con lo que te ofrece regalos y te da sin esfuerzo, esos son espejos de colores, fantasias baratas sin nada mas atras, un instante de alegria y nada mas.
La vida es como un tren, viaja y viaja sin parar, sin destino final, siempre hay una estacion mas para llegar y las vias son infinitas. No desperdicies tiempo en quedarte detenida en un anden, o en un tren quieto o en un tren que solo hace circulos. Toma siempre el tren que te lleve mas alla, que te lleve a lo desconocido, a las maravillas que aun no conoces, a los mundos que ignoras, a las energias que nunca sentiste. Busca siempre evolucionar, escucha a tu alma y deja de lado tu ego, tus deseos, tus pasiones, ellas moriran con tu cuerpo y tu alma solo se lleva lo que ella estuvo cosechando, cosecha de una siembra que tal vez tu ni conoces, porque a veces es tal el ego que no alcanzamos a vernos, a sentirnos, a reconocernos, y a saber cual es realmente la necesidad del alma.
El tren de tu vida siempre ha de pasar, solo debes esperar su llegada y saber realmente cual de los que pasan es el tuyo, eso esta en tu corazon y en tu alma, fundamentalmente tu alma sabe cual es y te impulsa a dicho tren y cuando lo veas acercarse no escuches a tu mente y subete a el sin mirar atras, tu vida no queda atras, tu vida va adelante en esa locomotora que te impulsa a un nuevo destino.

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