Me senté en el sillón. Imaginando mi espalda apoyada en un árbol inmenso. Mis pies en la tierra. Me relajé, respiré profundo y un instante después estaba allí. Y junto al árbol me puse a meditar.
Me elevé al espacio y desde allí mis manos irradiaron luz al planeta. Tomaba el amor del universo y envolvía al mundo. Tomaba La Paz de la vida y la depositaba en cada pueblo.
Llené mi alma de esas energías. Me armonice y expandí todo a la humanidad, incluido mi cuerpo que reposaba en el árbol y a mi cuerpo que descansaba en el sillón.
Volví al árbol y sus ramas me acariciaron, la tierra rodeó mis pies. Estaba en paz con la vida.
Volví a mi sillón y la terrenalidad humana me recibió. Más yo estaba feliz con mi vida
Julio Bonanno