No dejes que tu mente física te haga transitar el sendero de lo terrenal, al final de este camino solo te espera la muerte. El cuerpo físico es solo una herramienta para que nuestro espíritu encarnado se manifieste. Así que camina por el sendero del alma que es eterno, que es real. Déjate llevar por tu mente álmica y no por las elucubraciones de la mente física. No creas las fantasías que enseña la oscuridad, no te dejes arrastrar por las mentiras religiosas. La resurrección de la carne no existe porque el cuerpo físico no es algo eterno, lo es tu espíritu y este evoluciona, va pasando de dimensión en dimensión. La que resucita es el alma al desencarnar y se libera. Además si tuviste miles de encarnaciones, acaso vas a dividir el alma en todas esas carnes resucitadas? con solo pensar un poco te das cuenta de que es un cuento.
Jesús no resucito, ni vino a salvarnos de los pecados. Vino a algo mas grande y maravilloso: a traer de vuelta a este planeta la energía del amor. Con Jesús comenzó el apocalipsis, con él el planeta inicio su regreso a la luz, a dejar la dualidad y volver a lo que siempre fue: un planeta de luz. Dejo las enseñanzas amorosas, marco el sendero del amor, de amar al prójimo, de amar al otro, al que parece diferente, distinto, a darle amor sin condiciones y no ese odio que se manifiesta en ti y que te lleva a sentir el deseo de matarlo.
No hay pecado original, cada alma es lo que es. Cada alma tiene su camino y debe transitarlo y según lo haga y vaya llenándose de luz ira evolucionando.
No hubo sacrificio, hubo asesinato, inútil, pero demostrativo del odio que siempre albergo los corazones de los humanos terrestres que no saben como llenarse de luz. Que ni siquiera son capaces de seguir a los pocos humanos que si transitaron en luz. Aun hoy se regocijan en la sangre, en la muerte y en la destrucción. Eres impía humanidad. Jesús te trajo el amor, te enseño a poner la otra mejilla y que hiciste? lo único que sabes hacer: matar.
Jesús no resucito, pero te encanta esa idea, te gusta que la carne prevalezca sobre el alma, te encanta lo que la oscuridad te enseña, eres feliz matándolo cada año, clavándolo en la cruz, viendo su sangre vertida en la tierra, en su cuerpo lacerado, ese es tu placer y luego haces resucitar ese cuerpo maltrecho porque lo necesitas "vivo" para que el próximo año sea sacrificado una vez mas. Ese es tu gozo, darle valor a la carne, desechar el espíritu, celebrar lo terrenal, que lo físico sea la esencia de tu vida. Y el mayor placer de la oscuridad es como te sometes humanidad a sus designios, como rechazas a Dios.
Cuando comprenderás que Dios no es carne, no es físico, no es morir. Tu alma es la creación divina, ella es eterna como el Padre, ella es la vida, ella es real. Allí esta el camino, ese camino que Jesús te enseño y que para engañar le cambiaste sus palabras, hasta su vida modificaste. Y eres tan pobre, tan incapaz que crees en palabras vacías, inútiles, que no te conducen a nada. Deja de matar a Jesús, cumple con sus enseñanzas, da tu vida por los demás, entrega tu amor, vive en amor, pero en amor real, no es esa fantochada que impuso la oscuridad a las religiones.
Quien te enseño que el amor es separar, que están los unos y los otros, todos somos uno. No hay diferencias, el amor es para todos, a todos. No están a los que amas y a los que hay matar. No se mata, se ama.
Deja de matar a Jesús todos los años y ámalo y ámate. Toma tu sendero de la vida, el sendero del alma, ese camino verdadero que te lleva al corazón de Dios. Tu pagas tus pecados, tu corriges tus errores, solo tu puedes resolver las contingencias de tu vida, de tu alma, todo esta en ti. Jesús no te salva, si te enseño el verdadero camino, no rechaces la enseñanza de la vida. Jesús es vida, no lo olvides; no es muerte; es Vida.
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